La central telefónica era una ayudante especialísima para los teléfonos. Permitía que las personas hablaran con otras que vivían muy muy lejos. Visualiza un rompecabezas gigante y multicolor: cada pieza juega un papel crítico para que esa llamada telefónica ocurra correctamente. Sin este rompecabezas, las personas tendrían dificultades para hablar con amigos y familiares que no estaban cerca.
Antes de las centrales telefónicas, solo podían escribir cartas lentas o hablar con alguien cara a cara. Esto significaba que podría tardar para siempre si querías hablar con tu abuela en otro estado. Todo cambió con interruptores ¡Nadie podía hablar con amigos y familiares que vivían lejos! Fue mágico: podías escuchar la voz de alguien a millas y millas de distancia.
El trabajo en la central telefónica era crítico y difícil. Tenían que escuchar atentamente y facilitar llamadas telefónicas todo el día.” Si alguien quería llamar a un amigo o pariente, el operador lo ayudaba suavemente a contactar con la persona adecuada. Estos trabajadores tenían que ser realmente rápidos con sus manos y muy amables con sus voces. Eran detectives telefónicos, asegurándose de que cada llamada llegara al lugar correcto.
Los operadores de centralita conectaban y desconectaban cientos de cables de colores en un gran panel con cientos de enchufes especiales. Parecía ser un juego elaborado con muchas piezas. Escuchaban quién estaba llamando y conectaban los cables correctos para que las personas pudieran hablar. Hacían de celestinos una y otra vez todo el día — ¡pero era bueno para mantener a las personas conectadas! Cada cuerda era como un camino único que permitía que las voces pasaran de una persona a otra.
Inicialmente, las personas tenían que usar trabajadores especiales para ayudar con las llamadas telefónicas. Estos trabajadores eran los ayudantes telefónicos que sabían cómo llevarte al lugar correcto. Ahora, computadoras rápidas hacen este trabajo en un segundo. Pero, hace años, los operadores de conmutador eran como superhéroes telefónicos conectando a las personas. Trabajaban para asegurarse de que las personas pudieran hablar entre sí.
Se introdujo el conmutador, lo que hizo muy fácil hablar con personas a larga distancia. Antes, todo lo que podías hacer era enviar una carta que tardaba días e incluso semanas en llegar a su destino. Debido a proveedores de tableros eléctricos , las personas podían hablar de inmediato, incluso si vivían en ciudades o estados diferentes. Tenían esta disponibilidad con un puente de palabras que unía naciones.
Los trabajadores de la central telefónica fueron beneficiarios de una ayuda crucial. Permitieron que las personas se conectaran y hablaran entre sí con inmediatez. Pusieron mucho esfuerzo para asegurarse de que cada última llamada llegara a donde debía ir. Sin ellos, sería difícil usar el teléfono. Estos trabajadores eran como los superhéroes de la comunicación, asegurando que todos pudieran escucharse unos a otros.